Para obtener un césped denso, verde y duradero se necesitan cuatro factores fundamentales – en el equilibrio adecuado:
☀️ Luz solar | 💨 Aire | 💧 Agua | 🌱 Nutrientes
Además, es importante que la temperatura del suelo sea lo suficientemente alta, al menos entre 12 y 15 °C, para que el césped pueda germinar y crecer correctamente. Si el suelo está demasiado frío, las semillas pueden permanecer inactivas durante más tiempo, lo que retrasa el establecimiento del césped.
Si alguno de estos factores falta o se aplica en exceso, el césped puede sufrir daños. Demasiada agua puede provocar pudrición, mientras que la falta de luz solar ralentiza el crecimiento. Pero con las condiciones adecuadas, obtendrás un césped hermoso a la vista y agradable al caminar.
Un césped saludable no solo embellece tu jardín: también purifica el aire, captura polvo y dióxido de carbono, mejora la calidad del suelo y crea un espacio natural ideal para el juego y la relajación.
Elige un lugar con suficiente exposición al sol. Mide la superficie y planifica de antemano cómo se colocará la manta de semillas.